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Jaime Quezada Ruiz (Los Ángeles, 1942) es un destacado poeta, ensayista y crítico literario chileno, considerado miembro de la generación literaria de 1960. Sus estudios de Derecho y Literatura en la Universidad de Concepción (1960-1968) marcaron el inicio de su prolífica carrera. En 1965, fundó la influyente revista literaria *Arúspice*, plataforma donde Nicanor Parra, entre otros, publicó sus primeros *Artefactos*. Su obra poética, imbuida de la tradición lárica, la antipoesía y una profunda visión religiosa, incluye títulos fundamentales como *Poemas de las cosas olvidadas* (1965), *Las palabras del Fabulador* (1968), *Astrolabio* (1976) y *Huerfanías* (1985). Quezada ha ejercido una notable labor investigativa y de difusión literaria, destacando su compromiso con el legado de Gabriela Mistral, a quien ha estudiado y editado profusamente. Su trayectoria internacional incluye viajes por Latinoamérica, cursos de arte quiteño en Ecuador y una residencia en Solentiname, Nicaragua, donde colaboró con el poeta Ernesto Cardenal. Ha ocupado importantes cargos institucionales, siendo Presidente de la Sociedad de Escritores de Chile (1989-1992), Director del Taller de Poesía de la Fundación Pablo Neruda y Director Ejecutivo de la Fundación Premio Nobel Gabriela Mistral. Su incansable contribución a las letras chilenas se manifiesta en su vasta obra y en su permanente defensa de la cultura y la literatura.

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Gabriela Mistral, nombre artístico de Lucila de María del Perpetuo Socorro Godoy Alcayaga, nació el 7 de abril de 1889 en Vicuña, Chile, en la calle Maipú Nº 759 (actualmente calle Gabriela Mistral). Hija de Juan Jerónimo Godoy Villanueva y Petronila Alcayaga Rojas, desarrolló una destacada carrera como poetisa, diplomática y educadora. Desde joven se dedicó a la docencia, trabajando en diversas escuelas rurales y urbanas de Chile. Su talento poético la llevó a obtener el máximo galardón en los Juegos Florales de Santiago en 1914 por sus "Sonetos de la Muerte". En 1945, recibió el Premio Nobel de Literatura, convirtiéndose en la primera mujer iberoamericana en obtener este reconocimiento. Su obra, caracterizada por su lirismo y emotividad, aborda temas universales como la maternidad, la naturaleza y la condición humana. Además de su labor literaria, se desempeñó como cónsul de Chile en varios países, siendo pionera en la diplomacia femenina chilena. Falleció el 10 de enero de 1957 en Hempstead, Nueva York, Estados Unidos.