A Lluvia la bautizaron así por sus ojos. Su padre dijo que al mirarlos le pareció ver agua en movimiento. Ahora ya es una niña de ocho años y vive en el bosque húmedo del sur de Chile junto a su familia y su gato, el que al haberse tragado una linterna cuando era pequeño, tiene la particularidad de proyectar luz a través de su boca. En uno de sus frecuentes paseos por el bosque Lluvia conoce a Fibio, una ranita de Darwin, él y otros inesperados amigos del bosque la ayudarán a descubrir que sus ojos son realmente especiales porque le permiten ver las cosas maravillosas de la naturaleza, pero también las que están escondidas. Este libro busca conectar a los niños con el patrimonio natural y cultural de nuestro país mezclando el conocimiento de especies nativas con la magia y el humor de sus personajes, además de sus bellas ilustraciones. A través de este relato los niños podrán familiarizarse de manera entretenida y simple con especies animales y vegetales propias de nuestro territorio. El texto busca además rescatar la relevancia de la relación de armonía y colaboración que deberían tener los humanos con su entorno y trata de hacer atractiva la conexión con la naturaleza y la vida al aire libre, para una generación de niños que están viendo el mundo principalmente a través de las pantallas. Incluye un precioso glosario ilustrado de las especies mencionadas a lo largo del relato.